Una cosa es la historia y otra la memoria. Miles de intelectuales de izquierda están en las universidades discutiendo entre ellos si a Trotsky se echó o no a Frida Kahlo, mientras a la televisión no se la ha podido contraponer una batalla real para eliminar la enajenación de la mayoría de la gente.
Las discusiones intelectuales pocas veces rebasan los recintos universitarios y se quedan simplemente en chaquetas mentales, nos desgarramos escribiendo sobre la opresión e injusticia, mientras el obrero es “feliz” (subrayo el entrecomillado) viendo La escuelita, escuchando música tropical y leyendo revistas porno estilo el libro vaquero.
¿Cómo podemos hacer para que la gente conozca otras opciones y pueda escoger entre lo que me parece enajenante y alimentador de una cultura destructiva y lo que despierta y fomenta la construcción de mejores formas de vida?
Azotado por estas y otras preocupaciones, ya hace casi un año me dispuse a formar parte de la burocracia de la educación, es decir ser maestro rural, para ver que tanto se pueden llevar al plano real las maravillosas construcciones ideológicas. Los resultados han sido buenos. Sin embargo, no ha sido suficiente.
Cuento con una computadora y una torre de discos, lo que hizo que muchos se acercaran para que les grabara unos, lo que me dio una buena idea que he llamado “estrategia Bob Marley” y es que comenzó cuando una amiga me pidió un disco de reggaetón, con canciones de Daddy yankee, Don Omar y demás. Primero le puse unas de calle 13 y Tego Calderón, que aún en el reggaetón hay calidades eh, pero no me pareció suficiente así que le agregué is this love del buen Bob. Lo hice pasar como una equivocación, a ella terminó por gustarle mucho, como me dijo “se parece a la música de Nigga”, así que platicamos de qué es reggae, qué es rastafari, quien fue Bob, quien fue Marcus Garvey, que representan los Dreadlocks y más. Muy complacido, seguí la estrategia cuando me pidieron uno de Cartel de Santa con Akwid, metiéndole Ileso de Control Machete y Camaleones del elote. Dio buen resultado y al compa le pasé un disco donde agregué unas de Akil Amar.
Lo difícil fue con los libros de texto, pero empecé a fabricar mi propio material. Entre mi compa Gera y yo ideamos la exposición itinerante “Memoria de la Esclavitud”,
para contra restar la apuesta oficial por el olvido. El siguiente fin de semana es la primera exposición, augura bien y ya veremos cómo nos va.
Mientas he ideado otras formas:
- Antes de ver películas al estilo scary movie meter cortos como el que se ve antes de Diarios de motocicleta, o entre imagen e imagen metes mensajes como “lea a José Zaramago”. Inspirado en el club de la pelea.
- En diálogos de “Sensacional de Albañiles” escribir fragmentos de poesía de Neruda.
- Meter mensajes subliminales en las canciones de las bandas juveniles actuales, las de Gloria Trevi dirían “se crítico” en lugar de “obedece al sistema”.
- A la mitad del Chivas América decir “chinguesumadre, se acabaron las sabritas, bueno, pero tengo granola y zanahoria cambray”.
- Sustituir en los baños escritos como “puto el que lo lea” por “puto el que no lea”. Leido en las calles del DF.
Eche usted a volar su imaginación querido lector y sugiérame que constantemente me quedo corto.
